jueves, 15 de septiembre de 2011

Cuando una mujer decide ser honesta.


Acto 1. Cuando una mujer decide ser honesta.

Ella es coqueta pero también altanera mientras lo mira fijamente y dice:

Te digo que quiero que no me mires.
Te digo que soy mala.

Te digo que nunca he sido clara.
Te digo que soy hierba mala.

¡Que me escuches! Escucha lo que te digo:  
Soy fuego sobre la leña.
Soy contaminación atmosférica.

Te digo, soy clandestina,
ribonucleica, soy helio que eleva.

Soy virus, soy privatización y nacionalización.
No hay medias tintas.

Soy una reverenda cabrona,
Soy la duda.
Soy un disco rayado,

que no soy tu pasión.

Soy como el noticiero vespertino repleto de malas y buenas noticias.
¡Te pido que me dejes!

Te digo, quiero que me escuches.

Ansiosa egolatría, vehemente locura, desdicha y cuánta dicha.

Soy el bache en la calle en que te gusta caminar.
Soy la piedra en tu zapato.

Te digo que me dejes, porque ante todo te estoy mintiendo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario