Hoy escuche en tantos tonos mi nombre, voces ajenas decían las sílabas de mi nombre.
algunos con mueca, algunos con reliquia...
algunos con gusto, algunos con sabor a recuerdo...
Nunca mi pasado me revivio tanto, nunca llamarme como me llamo me gusto tanto.
Al oír mi nombre, no me quedaba más que voltear y mirar con altivez y socorronería a quien me conocío pura, a quien me reto, a quien me vio muerta (a la exposición de los carroñeros), de quien me vio ¡¡tan viva!!
Claro que soy yo. Estoy aquí. Soy la mismita ficha que ustedes juzgaban, la fichita roja, fichita prusia, fichita de menta.
"Volver no es lo mismo que regresar"-dije.
Estoy aquí. Soy la misma, la antiquísima rencarnación de la locura.
¿Se acuerdan?
Estoy segura que se acuerdan de todas las veces que me persiguieron como a los delicuentes, de todas las veces que me quisieron proteger, se que se acuerdan que soy la que los reto, soy la mismita muchacha tornasol que corría bajo la lluvia sin temor, soy la misma que cantaba en medio del sol, la que se podía esconder de ustedes, la que nunca tuvo miedo. Se que se acuerdan de mi cabello rojo, de mi falda corta, de mis palabras enredadas.
Ellos dicen, la que se quería comer al mundo.
La que se esta comiendo al mundo.- respondo
¿Se acuerdan cuándo me desearon el mal?
Cuando me imaginaron en la calle, vagabunda sin rumbo ni mundo.
Se que se acuerdan, por eso dicen con tanta (des) dicha mi nombre.
¿Qué si sigo siendo la muchachita idealista?- preguntan
Sonrio, y digo. No en vano sigo viva, de frente y pendiente.
Que bonito suena mi nombre tan (des) dicho por su boca.
Claro que recordamos tu nombre, por muchos años fuiste de quien (des) cuidamos.
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