martes, 30 de agosto de 2011

Sensatez.

La sensatez me abandono, ese era justamente el problema que había surgido entre nosotras.
La sensatez tenía gran autoridad entre mis células neuronales. 


Habitaba un lindo espacio, no estoy segura donde dormía, no se si su casa era el alma o el cerebro siempre tuve confusa su dirección, nunca la necesite. Ella siempre iba a buscarme a mi, en el momento menos adecuado pero más necesario <<según las palabras de La sensata sensatez.>> 


Debo confesar, sin pánico que nunca la necesite, que nunca la busque
incluso llegue a ignorarla, no me gustaba hablar con ella
despertaba en mi escencia de mujer un aire incómodo.


Ahora que se ha marchado estoy realmente molesta y es porque se llevo a si íntima amiga: "La Cordura."


Tampoco es que extrañe mucho a la cordura, la necesito... sin ella no disfruto mi locura.
Sin ella la locura no me sabe igual.


Extraño mi cordura en simbiosis con mi locura.


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