miércoles, 31 de agosto de 2011

"Él, que a veces me quiso"

L(o) dessé de inmediato. Ahí estaba el característico golpe en el bajo vientre por si me atrevía a dudarlo. Ahí estaba, también y sobre todo, la imaginación. L(o) imaginé comiendo zarzamoras -los labios carnosos- y las yemas de los dedos pintados de guinda. L(o) imaginé subiendo la escalera lentamente , volviendo a penas la cabeza para ver su propia sombra. L(o) imaginé mirando el mar a través de los ventanales, absort(o), solitari(o) como un asta. Lo imaginé recargad(o) sobre los codos en el espacio derecho de mi cama. Imaginé sus palabras, sus silencios, su manera de fruncir la boca, sus sonrisas, sus carcajadas...

Sin saberlo, imaginando ya sabía todo de él, él que a veces me quiso.

martes, 30 de agosto de 2011

Recordando.


Este día 45 de agosto extraño ser una Jacaranda ¡vaya que era guapa



Sensatez.

La sensatez me abandono, ese era justamente el problema que había surgido entre nosotras.
La sensatez tenía gran autoridad entre mis células neuronales. 


Habitaba un lindo espacio, no estoy segura donde dormía, no se si su casa era el alma o el cerebro siempre tuve confusa su dirección, nunca la necesite. Ella siempre iba a buscarme a mi, en el momento menos adecuado pero más necesario <<según las palabras de La sensata sensatez.>> 


Debo confesar, sin pánico que nunca la necesite, que nunca la busque
incluso llegue a ignorarla, no me gustaba hablar con ella
despertaba en mi escencia de mujer un aire incómodo.


Ahora que se ha marchado estoy realmente molesta y es porque se llevo a si íntima amiga: "La Cordura."


Tampoco es que extrañe mucho a la cordura, la necesito... sin ella no disfruto mi locura.
Sin ella la locura no me sabe igual.


Extraño mi cordura en simbiosis con mi locura.


Siempre es uno el que quiere más.


Tuve que asentir. Lo único que puedo argumentar a mi favor es que lo hice en silencio y que pensaba, mientras tanto, en otra cosa. Pensaba, de hecho, más que nada, en su barbilla. Pensaba en lo hermosa que era, desde ese ángulo preciso, su barbilla. El nacimiento abrupto del vello. La boca.

— Siempre es otro el que quiere — aseguró —. Siempre es así, 


¿no te habían dicho?

[La mano oblicua, Cristina Rivera Garza]

domingo, 28 de agosto de 2011

El lenguaje de la locura

“No digo que exista una necesidad radical de enloquecer, pero sí que la locura es una expresión desesperada de la necesidad radical de… cambiar”.

David Cooper, El lenguaje de la locura.

sábado, 20 de agosto de 2011

La vida, mi vida.

Así es. La vida dentro de la vida de otros seres vivos.

El cuerpo creado por miles de células que completan procesos, tan complejos pero tan simples que te hacen sonreir.

El esbozo de el aire, conformado por átomos. Oxígeno.

Un trago de agua, el aleteo de una mariposa, una libélula viendo el mundo con todos sus ojos, la energía almacenada, las flores amarillas, el mar inmeso, las estrellas que fuimos...

La geología de nuestro cuerpo, la física de nuestros encuentros, la química de nuestro cerebro.

El suspiro, el enojo que me hace sentir viva.

Viendo vida.
Ignorando las expresiones de vida.
Dando pasos grandes para recorrer el mundo.
Amando.