Debo dejar de jugar a la poesía y hacer lo que los otros hacen, hacerme de un carrito, ir a una oficina,
debo dejar de jugar a la poesía incluso ahora que quiero enlistar las metas que no he cumplido.
Debo buscar un departamento, cumplir con los deberes, estudiar en el extranjero, debo dejar de jugar a la poesía, buscar un marido, hacerme de hijos, así quizá mis amigas las que ya tuvieron hijos me invitarian a sus fiestas, debo dejar de jugar a la poesía y escribir cosas con sustento cuantitativo, debo dejar de jugar a la poesía y hacer enlaces covalentes.
Debo dejar de jugar a la poesía y buscar a un hombre que me quiera, debo dejar de jugar a la poesía y rizar mi cabello, mis pestañas.
Debo dejar de jugar a la poesía incluso cuando intentó renunciar a ella. Debo renunciar.
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