sábado, 31 de octubre de 2015

En las calles de tu pueblo.

En las calles de tu alma encontré militares,
Su presencia te parecía preventiva y tus ademanes me parecían pretenciosos.

Caminaba por las noches, en las calles de tu alma.
Me sentía vigilada, oxidada...

Fui a tu pueblo donde me dijeron que estaba tu esencia.

Pero había militares que repetían las mismas palabras que tu me diste: diplomacia, seriedad, responsabilidad. Palabras agrias.

En las calles de tu alma y en tu pueblo encontré flores
Me acerque a ellas pero los militares no me dejaron olerlas, tocarlas, sentirlas.

Fui a tus sueños donde me dijeron que no había militares, ni embajadores, ni presidentes municipales, fui a tus sueños.

En tus sueños encontré la voz de un niño que me decía que oliera flores, que las tocara que las sintiera, fue entonces que llegaron los militares y de buenas a primeras me despojaron de las calles de tu alma, de tu pueblo, de tus noches, de tus flores.

Alejandra Atzín.


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