Está semana, mi madre de la cual herede el gusto por la trova no ha parado de escuchar está canción:
Es inevitable pensar en las tremendas analogías entre la posición de Cristo y la posición sexual a la que nos exponemos y en el canto de "aleluya" Aute nos lleva a recordar o pensar en el mismísimo orgasmo y el orgasmo a la vida, al goce de la vida.
Por último, comparto una frase que Aute dijo en uno de sus conciertos más recientes en México y que a mi en lo personal me volvió una creyente y me hizo pensar profundamente en otra de sus canciones.
“Yo creo en Dios, porque creo en el sexo. El sexo puro es Dios. Dios es sexo, pues cuando se llega al éxtasis se invoca a Dios: Dios, Dios no pares. Y es que nunca se invoca a Satanás"
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