viernes, 8 de noviembre de 2013

No es culpa del semen

A mí no me insulta
que un hombre quiera usar mi cuerpo
no me insulta recibir invitaciones
a probar la tesitura del semen
no me insulta que ustedes tengan deseos
como los míos.
Porque tú me usas y yo te uso
y entre los dos
un vacío
tan humano como inventarle
un significado a las estrellas
y ya está
yo digo que cero peo.
Lo que realmente me insulta
es que empecemos a mentirnos
que me digas que me quieres
que eres mi amigo
que estarás ahí si caigo presa
que te importan mis quejidos
o cómo me jode la inflación
lo que me insulta es que vengas
pidas un espacio
vamos por ahí
no te enrolles
aquínovapasarnadaquenoquieras
y prometas un paraíso
de elevada comunión humana
porque lo importante es que nuestras almas
se conectan, como has dicho
lo que me insulta es que después te largues
porque no te dí un pedazo de cuca
porque ya encontraste quien te sobe la cabeza.
Eso es lo que odio.
En el fondo aborrecemos a los nombres propios
y hablamos de sentimientos sobrehumanos cuando apenas
felizmente
podríamos restregarnos las membranas.

Enza García / @Enzagarcia
(http://nalgasylibros.com/index.php/poesia/1164-no-es-culpa-del-semen-por-enza-garcia)

jueves, 7 de noviembre de 2013

El suicidio.

Será un día tranquilo, de luz fría
como el sol que nace o muere, y el cristal
cerrará el aire sucio fuera del cielo.

Se nos despierta una mañana, una vez para siempre,
en la tibieza del último sueño: la sombra
será como la tibieza. Llenará la estancia,
por la gran ventana, un cielo más grande.
Desde la escalera, subida una vez para siempre,
no llegarán voces, ni rostros muertos.

No será necesario dejar el lecho.
Sólo el alba entrará en la estancia vacía.
Bastará la ventana para vestir cada cosa
con una tranquila claridad, casi una luz.
Se posará una sombra descarnada sobre el rostro sumergido.

Será los recuerdos como grumos de sombra
aplastados como las viejas brasas
en el camino. El recuerdo será la llama
que todavía ayer mordía en los ojos apagados.


                                                                                                        Cesare Pavese

Aquí hay un árbol:
el viento canta poemas sin palabras
en su amplia copa.
que el destino del árbol es convertirse en papel:
un papel con ansias de palabras
de una palabra con ansias de plasmarse en el papel
de una palabra con ansias de empezar un poema
de un poema no escrito que ansía su primera palabra
de un poema que ansía su poeta
Pero sé también
que el poeta sufre
cuando se tala el árbol para hacerlo papel 



                                                                             María Wine